lunes, 6 de septiembre de 2010

Feminicidio

En Costa Rica siete de cada 10 homicidios de mujeres son feminicidio y de éstos la mitad los cometen las parejas o ex parejas de las víctimas las cifras denotan la peligrosidad de una relación sentimental para una mujer, quien no percibe a su pareja como un agresor que puede poner en riesgo su vida.
Nueve de cada 10 homicidas no tienen antecedentes penales y el fenómeno es un problema mundial que afecta la vida de miles de personas, directa o indirectamente, porque tiene un impacto en la vida social, económica y política de las naciones.
Las reformas penales y la creación de nuevas leyes no van a solucionar los problemas de violencia que enfrentan las mujeres.
Pero si el derecho penal no cumple con su función instrumental de evitar los delitos, entonces debe cumplir con su función simbólica de enviar el mensaje a la sociedad de cero tolerancia a la violencia de género.
La única manera de combatir la violencia de género es con la prevención, pero las políticas públicas son insuficientes y para resolver este problema tan grave debe cambiar todo el sistema de atención; es necesario que las autoridades no vean la penalización como la mejor opción para acabar con la violencia de género.
Esto no quiere decir que los feminicidas y aquellos que agreden a las mujeres no deban ir a prisión, ¡claro que merecen cárcel!, pero esta medida no acaba con el problema. El sistema carcelario es discriminatorio porque sólo llegan a prisión las personas pobres y éstas no son las únicas que generan violencia.

¿ESTEREOTIPOS JUSTIFICAN AGRESIONES?

Es necesario acabar con estereotipos que justifican la violencia, como: la mujer provoca ser violentada, la mujer acepta y disfruta la violencia, la mujer dice no cuando quiere decir sí, las mujeres denuncian falsamente. Un contexto desolador para ellas cuando recurren a los tribunales con la esperanza de encontrar un poder que compense el del hombre que ha establecido un efectivo control social, canaliza descontentos y demuestra autoridad sobre "una propiedad”

Se trata del asesinato de la mujer en razón de su género, por odio hacia las mujeres, por rechazo a su autonomía y su valor como persona o por razones de demostración de poder machista o sexista. El feminicidio incluye una connotación de genocidio contra las mujeres. Por esta razón se prefiere feminicidio a femicidio, un término que hace referencia a todos los homicidios que tienen como víctima a una mujer, sin implicar una causa de género.

La muerte de mujeres a manos de sus esposos, amantes, padres, novios, pretendientes, conocidos o desconocidos no es el producto de casos inexplicables o de conducta desviada o patológica. Por el contrario, es el producto de un sistema estructural de opresión. Estas muertes son femicidios, la forma más extrema de terrorismo sexista, motivado, mayoritariamente, por un sentido de posesión y control sobre las mujeres
En Chile es una muerta por semana, en Uruguay, una por mes, y en Perú se registran 12 cada 30 días. En un solo lugar de México, la norteña ciudad de Juárez, unas 800 mujeres cayeron víctimas de crímenes machistas de inusitada saña, desde 1993. Así se convirtieron en emblema, aunque las cifras empalidecen ante Guatemala: más de 3.500 feminicidios en cinco años, unos 700 por año, más de uno al día… ¿Necesitamos una o muchas palabras, para ponerles fin?

1 comentario:

  1. see july genial eso yolanda oreamuno !!!!! ;) sea seguidora de el mio!!!!!!! *.*

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